En medio de la crisis, de fenómenos naturales recurrentes que destruyen periódicamente parte importante de las fuerzas productivas de la Isla y del bloqueo que se agudiza, Cuba inicia un proceso de reformas estructurales para reinsertarse con una nueva modalidad a la economía internacional, iniciándose el proceso de reforma cubana, cuyas medidas definen sobre la marcha una nueva política económica que cambia la propiedad y el funcionamiento económico del Estado y abre paso a mecanismos regulados de mercado.
Después de la realización del IV Congreso del Partido Comunista Cubano en 1991, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó la Ley de Reforma a la Constitución en 1992 para dar paso a la descentralización de las empresas de comercio exterior y a nuevas formas de propiedad, con la consolidación de las empresas mixtas.
En julio de 1993 se inicia la reforma financiera con la libre circulación de las divisas, Estas medidas legalizaron la tenencia de divisas y con ello el envío de remesas que representan más de 65% de los ingresos en dólares de la población.
La crisis agropecuaria fue profunda y afectó al sector tradicional exportador, a la economía azucarera, que generaba el grueso de las divisas y en la que intervenían alrededor de medio millón de trabajadores. El impacto de la caída de los precios internacionales, la pérdida del mercado asegurado del antiguo CAME, la falta de combustible, fertilizantes y herbicidas importados, así como la pérdida del financiamiento externo, lo que en conjunto llevó a una descapitalización acelerada del sector. En este sector se realiza una reforma, para unos investigadores cubanos, la de mayor trascendencia socialista, la creación de las Unidades Básica de Producción Cooperativa (UBPC), integradas por los trabajadores, lo que cambió radicalmente la estructura de la propiedad agraria en Cuba, pues ahora la mayor parte es cooperativa y privada.
A partir de mediados de 1994 se inician las reformas en el sector de las finanzas públicas y la creación de un nuevo sistema bancario, se autorizan incrementos de precios, la aplicación de impuestos a productos de consumo no básico y una nueva práctica de financiamiento de las empresas estatales.
En la reorganización de las finanzas públicas fue determinante la reducción del subsidio por pérdidas a las empresas públicas, es decir, la reorganización de la empresa pública y no su desaparición, liquidación o privatización; también contribuyó, aunque en menor medida, el incremento de precios a los servicios de electricidad, agua, teléfono y correos y el establecimiento de impuestos, por primera vez, a productos no esenciales como cigarrillos y bebidas y la eliminación de la gratuidad en algunas actividades culturales y de servicios.
La reforma en la industria cubana se inicia más tarde, una vez alcanzado cierto control macroeconómico estabilizador en el sector financiero y en la dinámica de la inversión extranjera directa dirigida hacia sectores industriales.
La reforma ha permitido recuperar el crecimiento pero a tasas menores, a precios de 1981, a las más altas obtenidas en el primer quinquenio de los ochenta (8.4%), registrándose entre 1994 y 2000 una tasa media anual de 4.3%. Y si bien los sectores más dinámicos son los ejes de la nueva reinserción internacional que abrieron la economía a la inversión extranjera directa dirigida inicialmente al turismo y a los sectores exportadores, uno de los logros destacados de la reforma es haber alcanzado una estrecha relación entre los sectores de la economía en divisas y los destinados a la producción y al mercado interno. Esto se observa, por ejemplo, en las tasas de crecimiento, de la agricultura, la manufactura, la construcción, electricidad y transporte y almacenamiento que registraron tasas superiores a la del PIB entre 1994 y 2000 (véase cuadro 4). Sin embargo, hay que señalar que de acuerdo con la nueva serie estadística del sistema de cuentas nacionales, a precios de 1997, se registran otras tendencias de crecimiento menores en la manufactura y la agricultura de 1996 a 2001.
Ministerio de Economía y Planificación, Cuba: informe económico. 1er. Semestre 1996, La Habana, 1996,
Resumen, p. 1
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